Una madre convirtió una tarea aburrida en una tradición alegre después de observar las hojas de otoño que se acumulaban en su patio trasero. “Me cansé de pedirles a todos que juntaran las hojas”, dijo. Por lo tanto, les dio bolsas gigantes a su marido e hijos y les preguntó quién podía juntar más hojas en 2 horas. “Nos volvimos competitivos y la pasamos muy bien”. Terminaron comiendo manzanas recién sacadas del horno y, mientras esta madre agradecida agregaba una cucharada de helado de vainilla en cada plato, sugirió que la familia lo repitiera cada año. No hubo discusión. Ahora la familia programa un día a pura diversión para juntar las hojas durante el fin de semana largo de Acción de Gracias de cada año. Haz que sea divertido.
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